Siempre hemos dicho que apostar no es tarea fácil y que lo importante es el rendimiento en el largo plazo. También hemos dicho que para ganar dinero lo más importante no es ver buenas apuestas, sino descartar las que no lo son. Pero hay veces que partidos en los que a priori hay “poco que rascar”, pueden ser susceptibles de apuestas interesantes en el live.
Para apostar en directo, es importantísimo estar viendo el partido en el que queremos jugarnos nuestro dinero.
Y es que en directo, pueden aparecer oportunidades realmente interesantes. Una expulsión, una subida repentina de una cuota o un mal día de un equipo, pueden ser factores clave a la hora de apostar en el live. Sin embargo, hay un principio básico que no deberíamos saltarnos nunca a la hora de apostar en directo: ver el partido en cuestión. Las estadísticas de las diferentes casas de apuestas nos pueden dar una idea aproximada de lo que está sucediendo en un evento, pero en algún caso nos pueden inducir al error. Por eso, es importantísimo estar viendo el partido para tener una mayor eficiencia en este tipo de apuestas en vivo.
A nivel personal, podemos decir que este tipo de apuetas nos han dado un gran resultado, aunque tampoco podemos negar que cuando empezamos con ellas perdimos más que ganamos por obviar algo muy a tener en cuenta: apostar en directo puede ser una oportunidad, pero nunca una necesidad. Algunos de vosotros nos habéis comentado en alguna ocasión la posibilidad de crear un grupo de Telegram para compartir este tipo de apuestas.
Es algo que tenemos en mente, pero todavía tenemos que darle una vuelta y analizar el rendimiento real en un periodo de tiempo más amplio, ya que en nuestro servicio Premium, Thinker of Bets, llevamos “tan solo” 99 apuestas en directo, muy pocas en comparación con las más de 400 realizadas pre-partido. Aunque también es cierto que el rendimiento de esas apuestas en directo ha sido muy bueno, con 33 unidades de beneficio, un 14% de yield y un 55% de acierto.
Ya para concluir, recuerda que las apuestas deportivas pueden aportar grandes dosis de emoción a partidos que sin ellas no lo tendrían, pero nunca olvides apostar con cabeza y destinar un dinero que, de perderlo, no afecte nada en tu día a día: nunca apuestes una cantidad que no te puedas permitir perder. Y si pierdes, reflexiona, calma y no trates de recuperar ese dinero al momento.
Juega con responsabilidad y solo si eres mayor de 18 años.
