Muchas veces en el mundo de las apuestas nos encontramos con que acertamos pronósticos con cuotas que nos parecían muy jugosas pero que al final no suponen un gran incremento de nuestro bankroll. Esto se debe en la mayor parte de los casos a que las casas de apuestas nos indican justo antes de realizar nuestro pronóstico la ganancia potencial, y no el beneficio neto.
El beneficio neto son las ganancias reales obtenidas. Su fórmula es: CUOTA x CANTIDAD APOSTADA – CANTIDAD APOSTADA. Ejemplo: 1.90 x 4€ – 4€ = 3.6€ de beneficio neto.
Siguiendo con el ejemplo que acabamos de poner, veremos que las bookies, al realizar esta apuesta, nos indican como ganancia potencial 7.6€. En este apartado, para que el posible beneficio en caso de acertar resulte más atractivo, nos enseñan el resultado de multiplicar la cuota por la cantidad apostada.
La realidad es que de esos 7.6€ que nos indican que obtendremos 4 ya eran nuestros, pues se nos restarán de nuestro saldo al confirmar el pronóstico. En consecuencia, como citábamos anteriormente, el beneficio neto, la suma que realmente obtendremos de acertar nuestra apuesta, será de 3.6€. Lógicamente, si fallamos nos quedaremos sin los 4€ apostados.
Para medir las ganancias que obtendremos con una apuesta debemos tomar siempre como referencia el beneficio neto y no las “ganancias potenciales” que nos indican las casas de apuestas.
Es realmente importante diferenciar esta ganancia potencial que nos muestran las bookies del beneficio neto o beneficio real obtenido, pues no discernir correctamente cuál es cuál nos puede llevar a apostar una cantidad equivocada a una cuota que realmente no era tan buena como parecía.
Juega con responsabilidad y solo si eres mayor de 18 años.
