Hacemos una breve parada en este concepto antes de adentrarnos en términos más complejos dentro del mundo de las apuestas. En el último texto hablamos de las unidades y ya citamos en un par de ocasiones la importancia de gestionar bien tu bankroll, pero… ¿Qué significa exactamente este vocablo?
“Bankroll”, muchas veces citado de forma abreviada como “Bank”, es simplemente una palabra técnica para referirse al saldo del que dispones en tu casa de apuestas.
Como comentábamos en el post enlazado en el primer párrafo, es realmente importante ser consciente de cuál es tu saldo en todo momento para poder apostar a cada pronóstico una cantidad acorde al mismo.
En este sentido, algunos apostantes se marcan una cantidad objetivo, llegada a la cual deciden (o quizás ya lo han decidido antes de comenzar a apostar) si retirar los beneficios o si aumentar la cantidad jugada en cada pronóstico. También podemos marcar una “línea roja”: si nuestro bank cae por debajo de cierta cantidad prefijada debemos parar, reflexionar y analizar qué estamos haciendo mal antes de volver a realizar apuestas.
Cuanto atravesamos una mala racha y vemos nuestro bankroll más bajo de lo habitual es importante no perder el control. La tendencia natural del ser humano es tratar de recuperar lo perdido al instante, lo cual sería un grave error. Debemos calmarnos, no hacer locuras e intentar reponernos de forma progresiva. Todas las casas de apuestas permiten fijar un límite semanal o mensual de dinero a ingresar: concreta esta cantidad para que la propia casa no te permita jugarte un dinero que no tienes.
Es importante no apostar nunca más del 10% de tu bankroll en un solo pronóstico. Todavía más fundamental es no jugarse nunca un dinero que no puedes permitirte perder.
Debemos tener presente que nuestra vida nunca debe depender de las apuestas. Puedes tomártelo como un simple hobby para ponerle emoción a un partido o como algo más profesional y tratar de sacar un dinero extra a añadir a tu sueldo habitual, pero jamás debes poner en juego el dinero que te va a dar de comer o te va a pagar la hipoteca.
Si alguna vez te ves en esta última situación lo más probable es que padezcas un caso de ludopatía, por lo que solo podemos recomendarte que te pongas en las manos de un especialista que te ayude a dejar las apuestas.
Juega con responsabilidad y solo si eres mayor de 18 años.