Azar y Habilidad en el Poker
La Asociación Internacional de Deportes Mentales (IMSA por sus siglas en inglés) reconoció el póker como un juego mental y de habilidad en el año 2010, situándolo a la altura del bridge y el ajedrez. Un reconocimiento que no terminó con el debate sobre si el póker es un juego de azar o habilidad. Esta controversia es tan antigua como el propio juego de cartas, pero aún sigue vigente en la actualidad. Sin embargo, aunque parezca un tema banal, la tipificación del juego de cartas repercute en el marco regulatorio y fiscal, ya que muchos países establecen diferencias entre juegos de azar y de habilidad a la hora de permitir o restringir su práctica, así como en la forma de fiscalizar los resultados económicos.
En 2009 nació la Federación Internacional de Poker (IFP por sus siglas en inglés), una organización sin ánimo de lucro que tiene como objetivo promover el desarrollo del mundo del póker y asegurar su reconocimiento como un deporte mental basado en habilidades estratégicas. Desde entonces, la IFP ha realizado múltiples estudios que demuestran, con argumentos científicos, que en el póker prevalece la habilidad por encima del azar. No cabe duda de que la suerte es un elemento importante en el juego de cartas, como ocurre en casi todos los deportes, pero en ningún caso es determinante. Como señala el estadounidense Phil Hellmuth, considerado uno de los mejores jugadores de todos los tiempos, “el póker es 100% habilidad y 50% suerte”. Esto se debe a que el azar puede ayudar a un jugador a ganar una partida o un torneo, pero la suerte es igual para todos a largo plazo.
El debate sobre si el póker es un juego de azar o habilidad ha llegado a ser un tema tan importante que en los últimos años han aparecido numerosos estudios realizados por investigadores de todo el mundo. En 2008, los investigadores Michael Dedonno y Douglas K. Detterman publicaron el estudio ‘Poker is Skill’ en la revista Gambling Law Review, concluyendo que el póker es un juego de habilidad, ya que, aunque la suerte oculta la destreza a corto plazo, la habilidad es un factor determinante en el resultado a largo plazo.
En 2011, el estudio The Role of Skill versus Luck in Poker: Evidence from the World Series of Poker, llevado a cabo por los economistas Steven D. Levitt y Thomas J. Miles, respaldó la idea de que el póker es un juego de habilidad. Estos economistas analizaron el desempeño en las World Series of Poker 2010, el más importante y prestigioso conjunto de torneos de póker del mundo, de un grupo de jugadores considerados como altamente capacitados. Al finalizar todos los eventos, este grupo de jugadores lograron un retorno de la inversión promedio de más del 30%, en comparación con un -15 % para todos los demás jugadores. Esta gran brecha en los retornos supone una fuerte evidencia que respalda que el póker es un juego donde la habilidad predomina sobre el azar.
Recientemente, un estudio de la Universidad de Heidelberg (Alemania) publicado en la European Economic Review, una de las revistas de economía más prestigiosas de Europa, ha vuelto a ratificar la idea de que el póker es un juego de habilidad. El estudio, que ha sido llevado a cabo por el doctor Jörg Oechssler y su equipo de economistas, ha tratado de evaluar los porcentajes de habilidad y azar inherentes al juego de cartas. Para ello, han situado en un extremo al ajedrez, como uno de los juegos más habilidosos, y en el otro a la ruleta, como juego de azar por excelencia. Utilizando el sistema de puntuación Elo, método matemático basado en cálculo estadístico que calcula la habilidad relativa de los jugadores del ajedrez, estos investigadores han descubierto que, a corto plazo, la suerte incide en algo más del 50%, pero que, a largo plazo, se impone la habilidad.
El estudio de la Universidad de Heidelberg afirma que los buenos jugadores tienen un 75% más de probabilidades de ganar más partidas que sus oponentes a largo plazo. Cualquier aficionado al póker es consciente que en este juego de cartas existe la suerte, como se puede observar en el reparto de los naipes, pero también sabe que la habilidad, el estudio de probabilidades y la estrategia siempre predomina. De esta forma, las horas de estudio y la práctica son aspectos fundamentales para obtener buenos resultados en el mundo del póker. Muchos jugadores, especialmente aquellos que hacen del póker su forma de vida, se aprovechan de esto para hacer grinding, es decir, jugar en mesas de un nivel inferior a sus habilidades para ganar de una forma segura o, al menos, para asumir un riesgo muy bajo.
Habilidades para tener éxito en el póker online
El póker online se ha vuelto muy competitivo, por lo que cada vez exige más a los jugadores. La paciencia es una de las habilidades más valiosas para tener éxito en el póker online, especialmente porque es importante asegurarse de que las manos que se juegan sean lo suficientemente rentables. Al fin y al cabo, el póker es un juego de cartas que consiste en explotar los errores de los oponentes, por lo que hay que tener paciencia y estar atentos a los errores de los rivales. La disciplina también juega un papel clave para minimizar las pérdidas a largo plazo, así como para evitar frustraciones y fracasos en los torneos de póker.
Los jugadores de póker online pueden jugar sesiones de varias horas seguidas, lo que puede resultar agotador. Por esta razón, la capacidad de concentración durante un período de tiempo prolongado se convierte en una habilidad muy importante para tener éxito. La disciplina mental marca la diferencia en en las apuestas de póker. Por este motivo, los jugadores también deben tener capacidad analítica, siendo capaces de pensar analíticamente en las ventajas y las desventajas de cualquier situación durante las partidas, así como planificar estrategias rápidas para ganar. Además, tampoco podemos olvidarnos de la capacidad para tomar decisiones, ya que en el póker online que hacer frente a muchas decisiones.
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